La noche del 31 de octubre, es cuando el velo que separa nuestro plano del no físico, se hace más delgado.

Es el momento en que aprovechamos para honrar a las almas de nuestros seres queridos que ya desencarnaron, y de ayudar a aquellas que, por alguna razón, aún no han cruzado el velo. Mediante este ritual, expresamos nuestro amor y gratitud a quienes ya no están a nuestro lado (libres de egoísmos y apegos), y ayudamos a partir, con el mismo amor y respeto, a quienes aún no pueden hacerlo. 

La Luna entra en Menguante. Es el momento perfecto para soltar, dejar ir, deshacernos de todo aquello que no nos corresponde, de liberarnos de todo lo negativo para poder dar inicio a la Transformación de nuestras vidas. Todas aquellas promesas, votos o juramentos que alguna vez hicimos (en ésta o en vidas anteriores) son los responsables de que no podamos elegir o vivir plenamente nuestro amor, nuestra prosperidad o nuestra libertad.

Este taller - ritual, nos ayudará a liberarnos de todo ello, permitiéndonos, así, ser más conscientes de aquello que prometemos a largo plazo y que... ¡incluso firmamos!

Hadas, duendes, gnomos, sílfides... Todos ellos existen. Son pequeños angelitos, guardianes de la Naturaleza, que fueron creados para hacer feliz a la raza humana. La humanidad, en su ambición, ha profanado a estos maravillosos seres, haciendo mal uso de ellos y descuidando, además, su propio cuerpo, olvidando que contiene en sí a todos los Elementos de la Naturaleza.  Es hora de sanar esa herida: Vive una hermosa experiencia con música, meditación y danza, en este taller-ritual en el cual aprenderás quiénes son, qué hacen, cómo hacerte uno con ellos y, sobre todo, a amarlos y respetarlos.

Este rito iniciático es brindando a personas, mayores de edad, que deciden enrumbar hacia una nueva filosofía de vida, ingresando en el Conocimiento de las Leyes Universales, el Amor a la Naturaleza y el Respeto a la Vida y el Libre Albedrío otorgado a cada uno de nosotros, descubriendo, reconociendo y aprendiendo a desarrollar su Ser Mágico, con Responsabilidad, Disciplina, Consciencia y Amor. La Iniciación, en sí, es el inicio del camino, un peregrinaje que el Dedicado tendrá que continuar en el cumplimiento del compromiso para consigo mismo y su Divinidad.

Este Rito es el primero en la vida del ser humano. A través de él, se presenta al niño ante la Divinidad, como la conocen sus padres, y se solicita su bendición para el nuevo ser. Se proclama el nombre del niño, siendo conscientes de la energía que carga dicho nombre y de su gran importancia en el futuro del infante. Durante la ceremonia, tanto los padres como los padrinos, comparten con la criatura los dones que cada uno considera tener en valores. Asimismo, el bebé es presentado a su comunidad, quien le da la bienvenida manifestando sus buenos deseos para el nuevo miembro y la familia.

Es así que, cada uno de los presentes, asume la responsabilidad de velar por la integridad física, emocional, moral, ética y espiritual del niño, hasta el momento en que éste sea capaz de tomar sus propias decisiones y asumir sus responsabilidades.

Cuando una pareja llega a conocerse, después de haber vivido experiencias que los acercan cada vez más, surge la necesidad de continuar su proyecto de vida juntos, de compartir sus vidas y ligarlas en un compromiso mutuo de amor, respeto y cuidado del uno por el otro, e iniciar así una nueva familia.

El Ritual de Enlace de Manos, reúne a los contrayentes (quienes son presentados por un padrino, madrina o miembro representante de cada familia) ante su comunidad, ante un Altar, para recibir la bendición de su Divinidad, a la familia que están formando.

El acto de “enlace” se realiza simbólicamente, mediante unas cintas de colores que representan los dones y cualidades de los Rayos Sagrados derramados sobre los contrayentes como guía y recursos en su día a día.

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